Por María del Consuelo López Arámburo - 27/01/2004
El
movimiento nacionalista promovido durante la presidencia de Álvaro
Obregón (1920-1924), configuró la identidad femenina en
México en un contexto maternal, donde las mujeres eran animadas
a tomar el rol de “madre de la nación.” Esta observación
maternal es análoga a la afirmación de Jean Franco en
su obra Plotting Women and Representation in México,
quien argumenta que el movimiento nacionalista colocó a las
maestras rurales en una misión similar a la de las monjas durante
la época de la Colonia donde estas vivían sólo
con el objetivo de servir a su salvador cumpliendo el rol de la madre
abnegada. 1
Por
medio de la expansión de un proyecto educativo, el gobierno de
Obregón intentó integrar las fronteras del norte mexicano
en un mismo sentir ideológico con relación al resto de
la sociedad mexicana. Por lo tanto se buscó unificar a las culturas
heterogéneas del país con el fin de formar una cultura
homogénea basado en los valores de nuestro pasado indígena
mexicano.2 Más
aún propagaba una personalidad con sentimientos e intereses nacionalistas. 3 Bajo
estos precedentes los programas educativos nacionales en Baja California
surgen como la clave esencial para unificar a los “norteños”
dentro del movimiento nacionalista. Consecuentemente, el rol de las
educadoras en Baja California se transformó de acuerdo
al discurso oficial como las voces animadoras que promoverían
dicho movimiento y educarían a la nación. Este tipo de
ideología intenta elevar el status de las mujeres como activistas
sociales, lo cual también favorecía su reputación
como ciudadanas.
Josefina Rendón Parra nacida en
San Francisco del Rincón, Guanajuato, el día 15 de Febrero
de 1885, fue la líder educadora que llegó a ser un ejemplo
del nacionalismo femenino en la región de Baja California.
Tanto en su enseñanza educativa, como en sus obras, construyó
la historia de la mujer y su rol en función de la nación
a la que Antonio Padilla, historiador contemporáneo de la historia
de Baja California (1848-1920) ha llamado la “leyenda blanca.”
Padilla argumentó que la “leyenda blanca” de Rendón
Parra fue estructurada dentro del contexto de Tijuana como ciudad de
luz y ejemplo de la nación por el patriotismo activo de sus habitantes.
Rendón Parra se opuso al estereotipo de Tijuana como la “leyenda
negra” pero en una forma un poco diferente a los términos
que Padilla expresa, enfocándose a la sexualidad pura y a la
religiosidad piadosa. 4 Las
mujeres bajacalifornianas eran animadas por Rendón Parra a representar
valores morales y patrióticos que preservaran a la familia y
sirvieran a la nación.
La escuela fue el lugar más propicio
para inculcar valores y símbolos que representaban un espíritu
de nacionalismo tales como: “enseñar, cultivar, hacer sociables
a sus alumnos... y llegar a ser en verdad un pueblo de “hermanos”
como soñaron Hidalgo y Morelos.” 5 Rendón
Parra promovió la identidad nacional con el fin de hacer un llamado
a sus residentes para que ambicionaran más allá de las
comodidades materiales de la clase media adoptando la visión
de la unidad social. Ella buscó la oportunidad de cambio durante
toda su carrera educativa (1922-1977). 6 Bajo este marco
teórico empezó a enseñar en la escuela primaria
“Miguel F. Martínez” en 1922. 7 El
maestro Matías Gómez, Director General de Educación
Pública del Distrito Norte de Baja California le otorgó
oficialmente la posición de maestra del primer grado el 21 de
Noviembre de 1922 en la ciudad de Tijuana.
El pensamiento innovador de Matías
Gómez contribuyó en 1919 al cambio de la Ley Federal de
Enseñanza de 1887, la cual legislaba en contra del sistema co-educativo.
Rendón Parra se opuso a las reformas educativas propuestas por
Matías Gómez argumentando que los niños y niñas
se distraían unos a otros al estar en un mismo salón de
clase. Ella pensó que el sistema co-educacional era una amenaza
para inculcar a las mujeres una sexualidad pura. Esta idea permanece
durante toda su carrera educativa. Por ejemplo el 12 de abril de 1975,
Rendón Parra fue entrevistada por Felipe Morales Ortiz (reportero
del periódico Heraldo) en dicha entrevista ella expuso sus puntos
de vista con respecto al sistema co-educacional declarando que este
sistema “acabó con la escuela [porque] los niños
son novios.” Rendón Parra sugirió que la “pureza”
femenina sólo se alcanzaba en un espacio social y cultural específico
el cual era esencial para presentar las nociones valiosas femeninas
de la cultura mexicana.
La escuela “Miguel F. Martínez”
promovía regionalmente e internacionalmente intercambios culturales
con otras escuelas. Estas actividades eran encabezadas por el liderazgo
de la Dirección General de Educación Pública del
Distrito. Esta dirección estableció relaciones educativas
con las escuelas de San Diego, Coronado, Grossmont y Los Angeles California. 8 Por
consiguiente, en 1924 maestros talentosos de la música y el canto
de la escuela “Miguel F. Martínez” eran invitados
a participar en festivales culturales al otro lado de la frontera con
el fin de que se divulgaran los valores nacionales de México.
Rendón Parra no hace mención específica de estos
intercambios culturales, pero su silencio sugiere su oposición
a dichos eventos ya que de esta forma los niños mexicanos se
exponían a asimilar los valores y sentimientos de la cultura
Norteamericana.
El activismo social de Rendón Parra
surge como una idea revolucionaria del movimiento nacionalista. Ella
invitó a movilizar a la clase alta y media de la sociedad de
Tijuana a que se unificara en un mismo proyecto social. De tal forma
que fue una de las fundadoras de la organización conocida como
la “Junta Femenina Pro-Patria” en 1924. Este fue el primer
club social femenino de la época con el fin de servir a la comunidad
Tijuanense en diferentes necesidades sociales. Por ejemplo, en 1924
se fundó el parque “Teniente Guerrero”, como recreación
social para los ciudadanos de Tijuana, y como el lugar donde se celebrarían
los héroes nacionales de México. 9
Asimismo,
Rendón Parra celebró la actividad social de algunas maestras
de la escuela “Miguel F. Martínez” como la figura
de Maria Martínez de Molina quien perteneciera a la clase alta.
Ella dedicó su vida a educar a los niños mexicanos como
también a ser partícipe de las necesidades sociales de
la sociedad de Tijuana. Martínez de Molina nació en la
ciudad de Zacatecas y se casó con el Doctor Agustín Molina
Reyes en 1925, fecha en que ambos llegaron a la ciudad de Tijuana. Martínez
de Molina, participó como una de las fundadoras de la Asociación
de la Cruz Roja establecida en Tijuana en 1943. Ella llegó a
ser presidenta de dicha Asociación por algunos años, la
cual le otorgo el título de “Bienhechora de la Asociación”
el 13 de Agosto de 1943. 10
En
conclusión, Rendón Parra fue la voz que retó el
rol de las educadoras más allá de las actividades domésticas
del hogar y el salón de clase invitándolas a alcanzar
los espacios de un activismo social. De esta forma Rendón Parra
construye su visión de nacionalismo y feminismo en la zona fronteriza
Norte del país, la cual propone que la consagración maternal
de las mujeres en servicio de la nación era esencial para formar
parte del movimiento nacionalista. Asimismo, no se desafiaba la estructura
patriarcal de la sociedad. Bajo éstos precedentes podemos observar
que, las mujeres alcanzaron voz como agentes sociales por la causa nacionalista,
sin embargo poco poder se les dio para participar en las decisiones
políticas y sociales de dicho movimiento.
1 Jean Franco, Plotting Women and Representation in México
(New York: Columbia University, 1989), 103.
2 Alexander Motly, ed Encyclopedia of Nationalism: Leaders, Movements,
and Concepts. Vs (San Diego, San Francisco: Academic Press, 2001), 285.
3 Roger Bartra, La Jaula de la Melancolía, (México D.F:
Grijalbo, 1987), 16. Ver por ejemplo Juan Gómez Quiñónez,
“Social change and Intellectual Discontent: The Growth of Mexican
Nationalism, 1890-1911” (Ph.D. diss., University of California,
1972), 19. Gómez Quiñónez argumenta que el nacionalismo
surge como un sentimiento que identifica a los mexicanos con su tierra
y su comunidad nacional.
4 Antonio Padilla Corona, “Comentario a la Idea de la Historia en
la Obra de Josefina Rendón Parra,” El Mexicano, 14 Junio,
1992.
5 Rendón Parra, Tijuana: Frontera con los Estados Unidos, (Tijuana,
Baja California: s.p., 1964), 22.
6 S.a. Tijuana: Un Siglo y Sus Forjadores. ([s.p.i.], Introducción
por Juan Luis Curiel, 1989).
7 Telegrama oficial escrito por Matías Gómez, (Director
General de Educación Pública en el Norte de Baja California),
quien asignaba en dicho telegrama la posición de maestra de Rendón
Parra en la escuela “Miguel F. Martínez.” Archivo
Miguel F. Martínez.
8 “Informe que se rinde a la Sociedad Cultural de Maestros del Distrito
Norte de la Baja California.” (Este informe fue leído en
la junta mensual de la “Asociación Cultural de Maestros”
de la segunda zona, el día primero de Julio de 1929)1-2.
9 Rendón Parra , Apuntes Históricos de Tijuana, (Tijuana,
B. C. [s.p.], 1972), 103.
10 Rendón Parra, Revista del Noroeste, Julio 1947, 10.